La llegada de Franco Colapinto a la Fórmula 1 generó un aluvión de nuevos fanáticos, de argentinos que hasta el Gran Premio de Italia sabían poco o nada de automovilismo y que nunca hubiesen imaginado que iban a ponerse un despertador un domingo a la mañana para ver una carrera. Hay otros, en cambio, que lo viven con alegría pero con conocimiento. Y unos pocos que saben lo realmente difícil que es porque se suben a un auto a competir en el máximo nivel. En ese selecto grupo están José María López (41) y Matías Rossi (40), quienes compartirán el Toyota este fin de semana en los 200 kilómetros de Buenos Aires de TC 2000.

«Me emocioné. Me emocioné fuerte porque uno cuando arranca a correr karting el deseo es la Fórmula 1, no hay nada más. Después, te vas acomodando en lo que podés hacer, en lo más tangible, a donde podés llegar por diferentes razones», dice Rossi, que se destacó en las categorías más importantes de Argentina, con diez títulos, entre ellos uno de Turismo Carretera y cinco de TC2000, donde está a dos del Flaco Traverso, el máximo ganador.

«Ya se corría la bola de lo de Sargeant, que estaba afuera. Pero para nosotros que ya fue tantas veces difícil, tantos intentos de muchos colegas, de muchos pilotos, que vos decías ‘no sube más un argentino’. Incluso, las propias opiniones de mercado de que Argentina no es un mercado que interese, que somos pobres. Entonces, era como que ya estábamos entregados. Y apareció esto que fue real y decís ‘no puede ser’. Por eso me emocioné. Me emocioné y me encanta. Y está andando muy bien», agrega.

Aunque también fue campeón en Argentina como Rossi, Pechito López armó una trayectoria en el exterior, con cinco títulos mundiales (2 WEC y 3 WTCC) y las 24 Horas de Le Mans de 2021, y fue el piloto que más cerca estuvo de la Fórmula 1 -cuando era junior de Renault hace casi dos décadas y también en el 2010 con el equipo fantasma USF1 Team– antes de Colapinto. «Me sorprende que se haya subido a un F1 con tan poca experiencia y que haya estado ya ahí, desde el vamos, tan cerca de Albon y con una mentalidad muy madura. Realmente, ha sido muy bueno lo que ha hecho. Además, ahí está corriendo contra lo mejor de los mejores», resalta el cordobés.

Tanto López como Rossi tuvieron encuentros con Colapinto antes de que se convirtiera en piloto de F1. «Yo lo vi en Mónaco, ese día me tocó verlo un poco más bajoneado porque le había ido mal, se bajoneó mucho por la carrera -recuerda el piloto de la categoría GT3 del Campeonato Mundial de Endurance sobre la competencia de F2 de este año-. Más que decirle momentos malos yo tuve mil, hay que levantar la cabeza y laburar para aprender de lo que te pasó en esta carrera. Que van a venir cosas mejores. Y ja, vinieron cosas mejores«.

Con el Misil tiene interacciones en Instagram y en el verano compartieron gimnasio en Buenos Aires, porque uno es de Del Viso y el otro de Pilar, localidades vecinas. «Entrenamos y estuve charlando. Pero desde el Colapinto de hace dos meses al de ahora uno entiende que por la exposición está explotado. Pero sí, lo conozco, tengo una buena relación y me parece una buena persona desde actitudes, digamos. Por ejemplo, él ya era Colapinto, piloto de Fórmula 2, proyección a Williams y yo estaba entrenando en el gimnasio y él viene, me saluda a mí y me dice ‘¿qué hacés, Matías, todo bien?’. Obvio me conocía, yo lo conocía a él, pero estaba entrenando mi amigo, que es un entrenador, que tiene 3000 seguidores en Instagram y va y le dice ‘¿qué hacés, Charly?’. Un detalle te digo, boludo, pero que son detalles que pintan a las personas. Él fue y saludó con un nombre a mi entrenador que lo conocen, real, yo y mis amigos. Y ahí te das cuenta y decís ‘che, que capo este pibe’. Pequeños detalles que decís ‘qué lindo gesto'», registra.

-¿Vieron estas tres primeras carreras de Colapinto? ¿Qué les pareció?

López: -Sí, vi todas. Muy bien. Es excepcional lo que ha hecho hasta ahora. Hasta ahora no se le puede pedir más. Hasta se recuperó muy rápido del choque en Baku, logró un fin de semana bárbaro, no se quedó en eso, que muchas veces cuando te pasa eso te volvés un poco para atrás. Se lo ve con mucha confianza, no se achica.

Rossi: -Vi las tres carreras, veo todo, lo sigo. Siempre seguí todo de Fórmula 1. Me encanta la categoría como espectador, como fan, y lo sigo a él. En mi casa tengo la tele grande en el living, lo pongo a él en el board y en la compu miro la TV. A ese nivel, digamos.

Rossi y López, voces autorizadas. Foto: Fernando de la OrdenRossi y López, voces autorizadas. Foto: Fernando de la Orden

-¿La Fórmula 1 tiene eso de estar justo en el momento y lugar indicados?

L: -Sí, hay que estar en el momento y en el lugar, obviamente. En Franco se dio todo: el talento, las ganas, la gente que lo maneja que siempre digo que es espectacular, es muy difícil tener a alguien así, lo cuidan como un hijo y son muy inteligentes también porque han llegado a generar recursos de manera muy inteligente, me parece, llegando a lugares que por ahí antes no se había llegado, a la música, por ejemplo, con el caso de Bizarrap. Y justo que sacan a Sargeant y está él. Y él, bueno obviamente se subió en Silverstone y demostró que estaba. Así que a mí me pone muy contento, estoy muy contento. Y bueno, sí, a veces en la Fórmula 1 se trata mucho de estar en el momento indicado, en el lugar indicado, porque hay solamente 20 butacas de las cuales se liberan una o dos por año, si es que se liberan, así que es muy difícil. Cuando uno habla que hay miles de chicos que están tratando de entrar. Fijate Lawson cuánto estuvo para entrar y anduvo muy bien cuando lo tuvo que hacer. No es fácil que se abra una oportunidad.

R: -Sí. Sabes por qué. Como hoy tuvimos nosotros la suerte de argentino que suba Franco, vos ponete a pensar que hay una escalera virtual que es Fórmula 3, Fórmula 2 y Fórmula 1. Y los últimos dos campeones no tienen butaca, me explico. Y podríamos haber sido nosotros que estamos ahí, nosotros argentinos, y hubiésemos dicho ‘y no, nosotros no llegamos más aún siendo campeón de la Fórmula 2’. A mí me gusta ejemplificar de un lado y del otro porque lo hubiésemos visto así. Y él, que es un pilotazo porque lo está demostrando ahora, porque te tenés que subir y manejar esa bestia que es un auto de Fórmula 1, fue sorpresivo, fue una irrupción de decir ‘che, a ver qué hace’. E hizo lo que hizo. Como otras veces pasa que no, que sos destacado en categorías inferiores, te subís al Fórmula 1 que es un abismo y por ahí no te lucís como antes. Por eso digo que el Fórmula 1 es un momento, es un instante. Es una referencia que venga de andar bárbaro pero hay que ver qué hace en un F1. Mick Schumacher, por ejemplo, destacado en todo, se subió a un Fórmula 1 y no anduvo. Por más ayuda, de ser el hijo de Schumacher, de todo… A ver, Sainz es hijo de Carlos Sainz y se mantiene porque es muy bueno.

-Hace un tiempo, cuando vos, Pechito, lo intentaste, se necesitaba sí o sí del apoyo de un país detrás. Hoy pareciera que no, además de manejar bien y tener dinero, pesa también la popularidad, las interacciones en redes sociales.

L: -Bueno, creo que demuestra que hay gente dispuesta a apoyar. Que se puede también hacer no solamente con un apoyo gubernamental. Sino que también se puede hacer con gente que está dispuesta también, porque también hoy, como decís vos, con las redes y con lo que significa, con lo que es la Fórmula 1 hoy también que ha llegado a otros públicos. Hace 10 años atrás la Fórmula 1 era solo para los fanáticos. El otro día con mi sobrina que tiene 15 años, me pregunta: ‘Ay, si lo ves a Leclerc sacate una foto con él’. O gente que de automovilismo no entiende mucho, pero que la sigue porque con el movimiento que ha generado la F1 con Netflix y todo eso, hoy la gente que mira es muchísima.

R: -Está pasando. Lo primario es manejar bien. ¿Por qué? Porque son solo 20 butacas en el mundo. Hay casos de que no, no sé, se me viene a la cabeza el caso de Nikita Mazepin, el ruso: mucha plata, pero duró poquito. ¿Pero qué pasa? Hoy también hay pilotos como, por ejemplo, Lando Norris, que la familia tiene mucha plata, pero Lando Norris está porque es bueno. Ayrton Senna, el mejor de todos los tiempos para muchos, su familia tenía mucho dinero. Entonces, qué quiero decir, por ahí se da el caso de alguien que no tenga talento y que suba por la plata, pero creo que ya son cada vez los menos porque hay muchos excelente con dinero. Entonces lo principal es manejar bien. Sí tener dinero es mejor y te ayuda, pero no es una condición sine qua non. Digamos, Franco tuvo los medios, pero la familia con lo justo, no es un Lance Stroll. Lo primordial es manejar bien, si tenés apoyo mejor y si después sos un Verstappen, un Hamilton o un Lando Norris te van a pagar fortuna, ya no importa si tiene plata, la tiene por lo que genera él. Y eso es lindo, porque hoy la Fórmula 1 tiene un nivel de la re puta madre y habría que ver quién es malo. Capaz el chino Zhou, pero no anda mal, ¿y los otros 19? El nivel es muy alto, viste.

-¿Qué le da al automovilismo argentino la presencia de Colapinto en la Fórmula 1?

L: -Le puede dar muchísimo. Muchísimo porque ha despertado también mucha expectativa en todo el mundo, en toda la gente, mucha gente que, como te decía, no es del palo y también lo están siguiendo mucho y eso ayuda a todo. Es como en el fútbol que ahora todos los chicos quieren ser arqueros por el Dibu. O en la época dorada del tenis, con David, con Coria, con Gaudio, con Chela, Zabaleta y que despertó que muchos chicos salieran después. Y bueno, esto, esto genera también mucho más y aparte porque muy demuestra que se puede también.

R: -Es difícil de qué manera lo puede aprovechar. Naturalmente es bueno, como el mismo seleccionado argentino que haya salido campeón del mundo. ¿En qué le sirve al fútbol argentino eso? No sé. Pero sí que el mundo te va a poner una pantalla con mejores ojos, pero no sé qué aporta. ¿En qué aporta Colapinto al TC2000, por decir? Y no sé, es difícil qué tan tangible es lo que aporta. Sí que es argentino, como Messi, digamos. Nos enorgullece, ¿pero qué aporta el automovilismo argentino? No lo sé. Sí va a volver a reflotar un camino de escalera para jóvenes pilotos, porque va a estar. Inglaterra tiene a Lando, Lewis, Russell y, bueno, Albon que es inglés-tailandés. Cuatro pilotos es una guasada para 20 pilotos. Entonces, creo que nos va a volver a poner en el candelero, de ‘ojo con los argentinos, que manejan bien’. Y sí felicidad, porque estamos todos enloquecidos.



Fuente Clarin

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