La imagen de Ander Herrera fue poco usual. De repente, el volante español abandonó la cancha en el medio del partido, cuando la pelota estaba en poder de Boca. Sin que mediara una orden del entrenador, ni recurriendo al artilugio de arrojarse sobre el césped para pedir la atención médica, caminó directamente hacia el banco y se sentó a llorar desconsoladamente, presagiando lo que los estudios que se le practicaron durante este lunes finalmente confirmaron.

Si bien la gravedad es lo que determinará el tiempo de recuperación, se detectó un nuevo desgarro en el cuádriceps derecho. Es la tercera lesión en apenas dos meses. El vizcaíno apenas pudo decir presente en 7 de los 14 partidos que disputó Boca en 2025 y hay una pregunta que sobrevuela en el aire: ¿se recuperará para el Superclásico del 27 de abril en Núñez?.

Después de debutar ante Argentino de Monte Maíz, por la Copa Argentina, sufrió un desgarro en el isquiotibial de la pierna derecha contra Argentinos Juniors, en el bautismo del Torneo Apertura. Se perdió cinco fechas del campeonato (Unión, Huracán, Racing, Independiente Rivadavia y Banfield) y la ida de la fase 2 de la Copa Libertadores contra Alianza Lima en Perú. Volvió frente a Aldosivi, jugó contra Rosario Central y Central Córdoba, todos con triunfos de Boca, y tuvo una notable actuación en Santiago del Estero, donde participó en los primeros dos goles de su equipo.

Sin embargo, en el regreso a Buenos Aires se informó una sobrecarga -justamente- en el isquiotibial derecho. No estuvo ante Defensa y Justicia y con la fecha FIFA en el horizonte, el cuerpo médico consideró que su vuelta a las canchas era posible. Entró en el segundo tiempo contra Newell’s y solo jugó diez minutos. Fue reemplazado por Exequiel Zeballos.

A los 35 años, Herrera tiene un largo historial de lesiones, 29 en total desde su bautismo en el fútbol, que data del 1 de febrero de 2009, cuando saltó a la cancha con la camiseta del Zaragoza. Sin embargo, sus problemas físicos comenzaron en Athletic de Bilbao, donde llegó en 2011.

En su primera etapa en el club de su ciudad natal, tuvo una lesión meniscal y otra en el pubis. Desde 2014, ya en Manchester United, se lesionó dos veces el tobillo, se fracturó una costilla, tuvo tres ausencias por traumatismos, tres desgarros en los muslos, y además problemas en la cadera.

A PSG llegó en 2019, se lesionó el pie, se desgarró dos veces los muslos y una vez el gemelo. Estuvo afuera por Covid, también por un golpe y una contusión en el tendón de Aquiles.

En 2022, volvió al Athletic Bilbao, donde sufrió 9 lesiones musculares, la mayoría en los muslos y un par en el aductor.

Según el sitio Transfermarket, en total, Herrera estuvo 706 días fueras de las canchas por distintas lesiones. Casi dos años. Y ninguna de ellas tuvo que ver con una rotura de ligamentos, que suele ser de las que más se tarda. La que más tiempo de recuperación le demandó fue entre el 21 de febrero y el 19 de abril de 2020. Se trató de un desgarro en el cuádriceps de la pierna derecha. Sí, la misma zona que hoy lo afecta. Fueron 59 días inactivo.

Si se tienen en cuenta todas sus lesiones, el español se perdió 127 partidos (en total en su carrera disputó . Toda una señal de que, más allá de su innegable talento, es un futbolista que arrastra inconvenientes musculares. Gago espera recuperarlo para el duelo con River, que llevará a cabo en tres semanas.





Fuente Clarin

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